martes, 21 de octubre de 2014

4 POEMAS IMPOPULARES



Libertad


Quiero ser libre
como una red de semillas,
libre como "que o la tumba serás"
libre en libertad como una feria de frutas,
verduras y raíces,
libre como "el mercado", como una empresa 

multirut.
 

Libre, libre, libre! Como una mascota,
como la estatua de la libertad
libre como el festival,
libre al fin, como un software.



No son
 

No son de usted señor las semillas, sin importar 
cuanto haya trabajado, las semillas no son de usted.
Menos aún son suyas las raíces, señora
ni las ramas de la gaya naturaleza,
ni siquiera el tronco o los frutos
menos las flores.


Señora las semilllas no son de su propiedad.


La tierra no es suya,
el sol no les pertenece.
Qué decir de la luna o el viento
o el cauce de las eternas aguas influyentes, suyas no son,
ni de su grupo, clan o familia.


Las semillas son de los pájaros, pájaras y familiares.
Las flores de las abejas y de todo insecto volatil
que por aquí o por allá vemos al volar.


El agua, el kö es del cielo que cobija a las nubes,
del cuenco maritimo, son deloslagos, delospozos
y manantiales, del frío glaciar,
de los rios son las aguas,
no de ustedes señoras y señores malvados
malvadas represarias.
No, de ustedes no son.


10 veces cinco

 
En chedungün sería algo así como
kechümari 10 veces 5
en chileno dungün cincuenta.
Sí, nos damos cuenta, a pesar de estar sin cuenta
Marcela, nos damos perfecta cuenta de tu atrayente
figura, de tu atractivo fondo de innatas cualidades
para amarnos.


Saliste de zopetón según la mitología materna.
- ¡Tuvo una muñeca señora!, ¡Oh qué linda güagüa y que ojos tan azules!
(en exclamaciones no exageradas de la partera o matrona.)

El parto natural dio inicio a tu naturaleza desenvuelta, radiactiva
como un poema fácil de leer, de parlar de escribir.

¡Fuiste tu la figura que pinté con ardientes manchas
sobre un trozo de cañamo enámorado,
eras tú la que poseí, y por la que fuí poseído,
entre  silvestre flora en escuela de bellas artes,
durante enloquecida juventud!


Eres tú el mestizaje preciso, encantado, entre la chola altiplánica
y el judío errante, el sombrerero loco de vida, de libertad.
Eres tu mi piuwke
mi ancestral belleza femenina
lamueng de cobriza cabellera,
eres tu el rostro sobre el cobre que grabé, en las yemas de mis dedos que te acarician, hundido en agua regia.


Tú eres, tú eres tú, mi amante compañía de noche,
de día, ayer, hoy y para siempre.
Tú pintaste mi rostro sobre tela de 1 x 1 durante mi melancólica y
liviana vida juvenil.
Con tristezas y dolores llegaste
con tristezas y dolores hasta ti llegué,
de ahí fuimos lamiéndonos, como dos guachos de amor,
las heridas sanándonos, necesitándonos, amándonos.

Ahora y ya, vieja tú, viejo yo continuamos...
Cambiaste de cielo a mar tus ojos, tus certeras pupilas azules del cielo,
de nacimiento ayer, a verdes mares al día de hoy.
¡Qué menos, qué + se puede pedir en la vida
de colores que llevas, Marcela!

Nonos
 

No nos amamos con ardiente poder sexual.
Eramos dos adolescentes conociéndose,
tomados de las manos... caminando.


Buscamos las calles menos ensordecedoras.
Nuestros besos boca a boca, lengua a lengua
eran un indicio
de "más que una amistad".


Nos faltó correr y reir, y arrojarnos sobre el pasto
de alguna plaza sin fecas.

Fotografiamos demonios de iglesias, divinidades del clero,
atrocidades de temer, culto de pesadillas,
de eso nos reímos.


Los atardeceres estaban próximos.
Nos besamos al atardecer.
Eramos dos figuras solamente, dos formas sobre fondo verde.
Yo con mi estampa de vagabundo, tú con tu imagen
de dama antigüa.
Extranjeros cercanos al mar.



Licencia Creative Comons: Reconocimiento – No comercial – Compartir igual:
El material aquí reproducido puede ser distribuido, copiado y exhibido por quien quiera si se muestra el nombre del autor -Ricardo Castro Piuke Werken- y esta dirección electrónica en los créditos. No se puede obtener ningún beneficio comercial y las obras derivadas tienen que estar bajo los mismos términos de licencia que el trabajo original.